Oiga! Me podría dar usted de baja de la vida, una temporadita, aunque sea? El médico me miró con cara rara, como si yo no supiera lo que estaba diciendo... pero claro que lo sé.
Estaría muy bien que todo se parara un momento, para que las cosas cotidianas no te tiraran todo el tiempo a la cara la insignificancia de lo que te pasa. Que todo se pare un rato, que me de tiempo de reponerme, y entonces, que la vida siga. Qué frase más recurrente, Dios mío.
Sí, la vida sigue.
No hay comentarios:
Publicar un comentario